La propuesta de valor
¿Es posible emprender aprovechando tu experiencia?
Sí, pero debes definir tu propuesta de valor
En este artículo te enseñamos cómo hacerlo, paso a paso.
Si has llegado hasta este artículo ya habrás leído, y no pocas veces, sobre aportar valor. Recuerda que el primer valor que puedes aportar como emprendedor o emprendedora es tu propio conocimiento y experiencia. Pero si quieres dar un paso más, y estoy seguro que sí, el conocimiento y la experiencia no es suficiente. La propuesta de valor debe ser más concreta.
Y ¿para qué debes hacer más específica tu propuesta de valor? Porque te ayudará a comunicar aquello que sabes hacer mejor que otros.
Debes tener claro que lo que no se entiende deja de ser una opción para el usuario o cliente, por lo tanto, no se compra. Así que, si después de diseñar un producto o servicio, hacer campañas de publicidad y haber generado interés no suena el teléfono o no entran pedidos, es porque el mercado no ha entendido tu propuesta de valor. Por mercado, entendemos las personas que operan en él y estas habrán pensado que tu propuesta de valor presentada es “una más del montón”.
En este punto nos encontramos ante un problema, un problema grave pero con solución.
Para muchos emprendedores y emprendedoras concretar su propuesta de valor genera dificultad porque implica hacer una valoración de su oferta, además de una selección específica de productos o servicios a desarrollar. Por eso siempre planteo definir la propuesta de valor como un reto. Doy la vuelta a las palabras y lo llamo El valor de tu propuesta. En definitiva, la propuesta de valor es lo que diferencia a un emprendedor de otro.
Para emprender aprovechando tu experiencia, define tu propuesta de valor
Para concretar la propuesta de valor podemos utilizar un modelo que, además del formato, nos indica el contenido.
¿Qué incluye este modelo? Pues, paso a paso.
- El primer paso es redactar un título que defina el beneficio general que se ofrece. Este título debe ser un claim, es decir, un eslogan o lema publicitario. Tiene que generar sensación agradable al escucharse y, además, generar interés para que el potencial cliente necesite saber más de la marca, producto o servicio. Un error común en la elaboración del claim o slogan es hablar de ti. No, los clientes deben saber en qué se beneficiarán si confían en nuestro producto o servicio. Veamos algún caso. Un claim que suena bien, genera interés y expone su beneficio central, por ejemplo es el de MasterCard “Hay cosas que el dinero no puede comprar. Para todo lo demás, existe MasterCard” o el de Nokia “Conectando personas” (en inglés, Connecting people). En ninguno de estos ejemplos se habla de las maravillas de sus productos o servicios, en cambio te dicen que puedes hacer con ellos. En el primer caso, con las tarjetas MasterCard podrás comprar lo que quieras y, en el segundo, Nokia te facilita estar en contacto con personas de tu interés, bien familia, amigos o compañeros de trabajo.
- El segundo paso es indicar lo que ofreces, a quién se lo ofreces y cómo lo ofreces. Aquí ya sí debes hablar de su producto o servicio pero nunca centrarte en especificaciones o características muy técnicas ya que eso, al cliente, no le interesa. En este punto cada marca, producto o servicio deberá dejar claro por qué es mejor opción que la competencia. Por lo tanto, debes preguntarse qué, a quién y cómo. Pero esta información debe ser concisa y concreta, sin extenderse mucho ya que, de lo contrario, estaríamos hablando de un modelo y plan de negocio.
- Y por último, para concluir y concretar así la propuesta de valor, debes incluir un elemento visual que complemente el mensaje anterior. Por ejemplo un logotipo, pero también puede ser una fotografía o un vídeo. El objetivo de este elemento es activar la memoria visual de una persona, o grupo de personas, y así hacer más fácilmente recordable el producto o servicio presentado.
¿Quieres aprender más para emprender aprovechando tu experiencia? En UMA formación te enseñamos los conocimientos y las habilidades que te permitirán diseñar y dirigir tu propio proyecto cultural.
Etiqueta:Emprendedor, Emprender, Experiencia, Propuesta de valor